Día Mundial del Teatro.
El sábado pasado se celebró en el CENART que como cada año es cede de este festejo, con muchas obras representativas del teatro que se hace en México; es la primera vez que logro ver cinco de ellas, la gran mayoría muy buenas, muy interesantes propuestas de diversos temas.
Comencé el día con “de conejos, cuentos y leyendas”, marionetas de varilla, teatro para niños, hablando de la leyenda del conejo en la luna, de una abuelita a quien se le pierden las zanahorias y de un conejo listo que no se deja sobornar por un feo lobo que (según yo) se parece al Lobo que hace el Loco Valdez en “Caperucita Roja”.
Luego a la Sensacional Orquesta Lavadero y después correr para no alcanzar la función inmediata, de regreso aceptar boletos para ver “Teresa Panza” que desde mi muy humilde opinión se llevó las palmas de mi día. Ver la escenografía, my quijotesca y sorprenderme al pensar: *te cae? Será la mujer de Sancho Panza* y si, ven llegar a la actriz, sin saber si se dirigía a nosotros o a los borregos detrás de la cuarta pared, me atrapó de inmediato y no me soltó jamás, un monologo de aproximadamente 60 minutos en los que hablaba de su amor a Sancho, de sus gustos de mujer y madre, entre otras cosas, con un acento bellamente trabajado… como me sorprendí, cuando la actriz, recibiendo los bien merecidos y largos aplausos hablo con su voz ya no era teresa y no hablaba con acento español…
Más tarde vi “Azares y espinas” una adaptación de “Bodas de sangre”.
Para culminar con “La pura idea excita” de alternativa teatral.
¿Por qué siempre que hay un desnudo en teatro al público se le olvida la obra para ver los cuerpos?
Obra de teatro que habla de los asuntos de pareja y la forma en que abordamos el sexo, nosotros seres quesqueracionales…
Cenart, Teatro como para artarse, y después de tanto uno no puede hartarse del teatro.