
¿Tantos años?
¿Cuántos?
Los suficientes, para tener una amiga psicóloga y un amigo médico, y una QFB que no sé porque no está en la foto... cuanto nos sabemos y cuanto nos falta por conocernos, son hermanos sin azar.
No, no es que no tenga muchos amigos, es que los escojo meticulosamente.
No, no es que me aferre a un sentimiento que no he probado; es que ustedes no son como el resto del vulgo.
No, no es que me odie el resto del mundo y ustedes me hayan tenido compasión, es que los amo profundamente por lo que son. Porqué han crecido a mi ritmo.
Me gusta reconocer en sus miradas el paso del tiempo, me gusta escucharlos hablar de sus sueños, e interpretar en sus tonos las pedradas que les ha dado la vida, lo que han visto y aprendido y los pozos en los que les falta caer.
No, no es algo tan sencillo y tan vulgar como el chicle en el zapato…
¿Pero quién puede entenderlo?
Antes lo mal interpreta.
Pero a palabras necias, oídos sordos.
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